Guía clara y actualizada sobre subastas inmobiliarias en España: qué son, cómo funciona el sistema electrónico del BOE, reformas 2025, ventajas y riesgos, pasos para pujar con seguridad e implicaciones fiscales. Incluye consejos prácticos y enlaces a fuentes oficiales.
Las subastas judiciales y administrativas en España son una oportunidad para adquirir bienes a precios por debajo del mercado, pero también esconden riesgos si no se conocen bien las reglas del juego.
En esta guía te explicamos qué es una subasta, cómo funciona el sistema actual en España, qué ventajas y riesgos tiene, y cómo estar al tanto de las próximas oportunidades.
Una subasta es un proceso de enajenación forzosa de bienes, generalmente embargados, con el objetivo de satisfacer una deuda. En el ámbito judicial, está regulada por la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), concretamente en los artículos 643 a 675. Existen dos grandes tipos:
Subastas judiciales: ordenadas por un tribunal tras una resolución firmes judiciales: ordenadas por un tribunal tras una resolución firme.
Subastas administrativas: gestionadas por organismos públicos como Hacienda o la Seguridad Social.
👉 Ejemplo: una vivienda embargada por impago hipotecario puede salir a subasta judicial con un precio de salida un 30-40% inferior a su valor de mercado.
Desde la entrada en vigor de la Ley 19/2015, todas las subastas judiciales se realizan de forma electrónica a través del Portal de Subastas del BOE. Este sistema garantiza transparencia, accesibilidad y eficiencia.
El proceso incluye:
La Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado es el canal oficial para anunciar las subastas. El anuncio sirve como notificación legal y contiene información clave:
Además, el portal permite suscribirse a alertas según criterios como ubicación, tipo de bien o importe, lo que facilita estar al tanto de nuevas oportunidades.
La Ley Orgánica 1/2025, de 2 de enero, ha introducido reformas significativas en el procedimiento de subastas judiciales:
Además del portal del BOE, existen otras formas de seguir las subastas activas:
Las subastas pueden ser una excelente oportunidad para adquirir bienes a precios competitivos, pero también conllevan ciertos riesgos que conviene conocer antes de lanzarse. Aquí te explico ambos lados de la balanza:
Los bienes subastados suelen tener precios de salida inferiores a su valor de mercado, especialmente si provienen de embargos o ejecuciones.
Las subastas judiciales y administrativas se publican en el BOE, lo que garantiza un proceso transparente y público. Además, el portal de subastas del BOE permite consultar toda la documentación asociada al bien.
Desde inmuebles singulares hasta vehículos, maquinaria o incluso arte, las subastas permiten acceder a bienes que no siempre están disponibles en el mercado tradicional.
Gracias al portal electrónico del BOE, cualquier persona con certificado digital puede participar desde casa, sin necesidad de acudir físicamente a juzgados o administraciones.
Muchos inversores utilizan las subastas como vía para adquirir propiedades, reformarlas y venderlas o alquilarlas con beneficios.
En la mayoría de los casos, no es posible visitar el bien antes de pujar. Esto implica que el comprador asume el estado del bien “tal cual”, sin garantías ni posibilidad de reclamación posterior.
Aunque el portal del BOE informa sobre cargas registrales, es responsabilidad del postor investigar si existen hipotecas, embargos, arrendamientos o deudas asociadas al bien. Un error aquí puede salir caro.
En el caso de inmuebles, es frecuente que estén ocupados por inquilinos o incluso por los antiguos propietarios.
Si ganas la subasta, debes pagar el importe restante en un plazo muy corto (normalmente 20 días). No hay opción de financiación hipotecaria en el momento de la adjudicación, por lo que necesitas tener el dinero disponible.
Al tratarse de un sistema abierto, puedes encontrarte con muchos postores, incluidos profesionales del sector. Esto puede elevar el precio final y reducir el margen de beneficio.
Participar sin asesoramiento legal o sin entender bien el proceso puede llevar a cometer errores graves, como pujar por un bien con problemas legales o incumplir los plazos de pago.
Participar en una subasta judicial puede parecer complejo, pero siguiendo estos pasos el proceso resulta más claro:
👉 Consejo experto: Muchos principiantes comienzan pujando en subastas de vehículos o bienes muebles (menos riesgo, importes más bajos) antes de lanzarse a los inmuebles.
Adjudicarse un bien en subasta no significa que solo pagues el precio de la puja. Hay impuestos y gastos adicionales a tener en cuenta:
💡 Consejo: Antes de pujar, calcula siempre el coste total de adquisición (precio + impuestos + gastos), no solo la puja.
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